El bosque petrificado /
Robert Sherwood ; Max Dickmann, traductor
- 74 páginas ; 20 cm.
- Selección teatral 19 .
La acción se desarrolla en la década de los 30 —del siglo xx— en un área de servicio perdida en «Black Mesa» (Arizona) en los aledaños del Parque nacional del Bosque Petrificado. Un autoestopista, Alan Squier (Leslie Howard), fracasado escritor británico, vagabundea por las carreteras en busca de sutento. Así cae en el área de servicio gestionada por Jason Maple (Porter Hall), su hija Gabrielle (Bette Davis) y el abuelo Gramp (Charley Grapewin), que presume de sus aventuras en el Viejo Oeste con personajes como Billy the Kid.
La madre de Gabrielle fue una novia de guerra francesa que se enamoró de Jason cuando era un joven y apuesto oficial norteamericano, que se convirtió en «un hombre aburrido y derrotado» después de servir en la Primera Guerra Mundial; se volvió a Francia cuando Gabrielle todavía era una cría. Ahora envía poesías a su hija mientras que la joven sueña con viajar a Bourges, donde sus padres se conocieron, para estudiar arte. Alan cuenta su historia —cómo escribió una novela y vivió en Francia ocho años con la mujer de su editor, intentando escribir la segunda—. Gabrielle se enamora perdidamente.
Gabrielle muestra a Alan sus pinturas —es la primera vez que se las enseña a alguien— y le lee su poema favorito de François Villon. Boze Hertzlinger (Dick Foran), un empleado fornido que ha cortejado a Gabrielle en vano, se pone celoso y Alan, que decide irse inmediatamente. Consigue que una pareja de turistas ricos, el Sr. y la Sra. Chisholm (Paul Harvey y Genevieve Tobin, respectivamente) le lleven en su coche; pocos minutos después se encuentran en la carretera con Duke Mantee (Humphrey Bogart), un infame gángster que está huyendo de la policía y cuyo coche se ha averiado. Duke y su pandilla se apoderan del auto de los Chisholm y conducen hasta el restaurante, donde Duke ha quedado en reunirse con su novia, Dori, camino de México. Al rato, Alan, los Chisholm y su chófer vuelven también al restaurante.
Alan, indiferente a su situación de rehén, entabla una conversación festiva con Duke y brinda por él como «el último gran apóstol del individualismo duro». Boze arrebata un rifle y consigue caer sobre Duke, pero en un momento de distracción Duke saca su pistola y dispara a Boze en la mano, recuperando el control.. Duke se entera de que han capturado a Doris y que ha revelado su punto de encuentro a la policía. Mientras la policía y los agentes federales se acercan al restaurante, Duke se prepara para huir, anunciando que se llevará al Sr. y la Sra. Chisholm.
Alentado por la valentía de Boze, Alan se deja llevar por un impulso y, mientras Gabrielle está en la habitación del fondo vendando la mano de Boze, saca una póliza con su seguro de vida y pone a Gabrielle de beneficiaria. Luego pide a Duke que le dispare para que Gabrielle pueda realizar su sueño de ir a Francia. Duke acepta, después de que Alan le impida irse con sus rehenes; por fin Duke se va, pero la policía le atrapa. Alan muere en los brazos de Gabrielle, seguro de que será capaz de abandonar su existencia anodina y podrá alcanzar su sueño.