"Bouvard y Pécuchet fue considerado por Flaubert como su testamento, el libro que contenía su vida, un acopio de venganzas, un vómito copioso y amargo pero también una obra cómica y moderna, Flaubert la concibió como una enciclopedia crítica y novelada de la estupidez humana, pero de las dos partes que debían configurar la obra completa, solo llegó a terminar la primera. Bouvard y Pécuchet, dos personajes muy próximos al Cándido de Voltaire, llevados por su ingenuidad y por la fe en las Teorías, se disponen en poner en práctica los principios de las distintas artes y ciencias, desde la alquimia a la agricultura, del espiritismo a la religión, de la pedagogía a la literatura. Experimentos todos ellos terminados en fracaso, y con los cuales se demuestra el absurdo de las leyes que gobiernan el conocimiento humano".